Grupo DirCom

15/9/08

Comunicación con Color Latinoamericano

Desde hace algunas décadas, incentivadas por el proceso de globalización de la economía, las empresas comenzaron a regionalizarse y cambiar su estructura organizacional pasando de un modelo funcional a uno matricial.

Este cambio de modelo conllevó dos cosas, por lo pronto. Primero, la descentralización del poder, donde las áreas ya no reportan a su jefe inmediato sino a uno que está en otro país -en la central regional-; y en segundo lugar una regionalización de las acciones, es decir que ya no se pensaba a nivel local país, sino tomando varios países a la vez.

Desde lo político hace mucho tiempo se habla de integración latinoamericana económica, social y política. La creación del MERCOSUR fue una acción en ese sentido. Los encuentros o "cumbres" anuales de presidentes de la región sur han acordado proyectos de ayuda mutua entre países e impulsaron acuerdos de libre tránsito entre fronteras. Las comunidades, con la ayuda de la tecnología, han podido integrarse más cómodamente mediante el chat, la videoconferencia, telefonía IP, cámara web, etc.

Y en esta transformación, vemos también al sector académico y, en especial, a las universidades validando títulos profesionales para extranjeros, situación que posibilita el intercambio de conocimiento teórico más allá de los que circulan en libros y papers.

Estos procesos, altamente complejos, son un desafío para la gestión de la información y la transferencia de conocimientos dentro de las empresas y fuera de ellas. Las diferencias (o asimetrías) culturales, la toma de decisiones a distancia, la unificación de criterios, y la gran cantidad de producción de conocimiento, entre otras cuestiones de importancia dieron a la comunicación una relevancia inusitada.

Por otro lado, la velocidad de las comunicaciones hizo que una crisis cualquiera, en un país cualquiera, repercuta en todo el mundo y afecte a la empresa en todos los lugares donde lleguen sus productos; lo mismo le cabe a los países y las crisis políticas o económicas. Los problemas de fabricación de los juguetes Mattel, de los neumáticos Firestone o la crisis de un país como Bolivia o los Estados Unidos, tuvo un impacto directo a nivel mundial.

Revista DIRCOM se planteó estar (o intentar estar) a la altura de las circunstancias. Desde sus inicios la ideología de la publicación abogó por una integración regional desde la comunicación.

Sabiendo que hay una gran oportunidad y campo fértil para sembrar conocimiento e información en este sentido, comprendió que debía acompañar el proceso desde sus páginas.

¿Pero cómo hacerlo dándoles espacio a todas las culturas y voces latinas, sin perder su identidad? ¿Cómo tomar territorio y desplazar las voces impuestas de los gurues norteamericanos que suelen ser poco prácticos para los problemas latinoamericanos? ¿Cómo promocionar que las respuestas a los problemas latinos están en Latinoamérica?

Estos interrogantes en modo alguno pueden ser respondidos de manera uniforme. Pero, para avanzar en la búsqueda de alternancias y, encontrar alguna respuesta concreta que haga eco de los puntos reseñados, desde agosto Revista DIRCOM se imprime en Argentina, Bolivia y Ecuador. Con una distribución simultánea entre profesionales y estudiantes de cada país y grandes perspectivas de continuar esta expansión en otros países hermanos latinoamericanos, mediante un sistema de franquicia Marcaria. Con un modelo matricial, donde cada país tiene autonomía de acción en la impresión, suscripción y producción de información, pero con un mismo contenido, espera ser un fiel medio para la promoción de la comunicación pudiendo profundizar la gestión del conocimiento.

Un desafío que no busca otra cosa más que sellar el "color latinoamericano".

Por Juan José Larrea - Director Grupo DIRCOM
Editorial publicada en Revista DIRCOM N° 79

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