Holywood y las Relaciones Públicas
Sorprendentemente cada vez más, Holywood, incorpora en sus películas actores principales o de reparto con el rol de relacionistas públicos. Gracias por Fumar fue un filme donde se ponía en una situación difícil la tarea del RRPP y se lo trataba desde la ironía. En Hancok, protagonizada por Will Smith y la multifacética y lindísima Charlize Theron, también incorpora un relacionista público - Jason Bateman-.
El Filme no es de los mejores pero es llevadero. La trama, sintéticamente, trata sobre un superheroe poco convencional. Hay héroes... hay superhéroes... y también está Hancock -dice el slogan-. Un gran poder implica una gran responsabilidad, todo mundo lo sabe, es decir, todo mundo menos Hancock. Contrariado, sarcástico, problemático e incomprendido, puede que su heroísmo bien intencionado cumpla con las expectativas e incluso salve unas cuantas vidas, pero el daño que deja como secuela no hace sino dejar a la gente boquiabierta (una critica a las mejores intensiones de las empresas). Pero a Hancock no le importa lo que la gente pueda pensar, hasta que un buen día salva la vida de un ejecutivo de relaciones públicas, y así el impopular superhéroe comienza a caer en la cuenta de que, después de todo, él también puede ser una persona sumamente vulnerable.
La película, sin contar con los efectos espectaculares y las escenas de violencia, deja en claro cómo una buena acción de comunicación puede rehacer una imagen deteriorada de un superheroe odiado por la población de los Ángeles. A pesar que éste profesional de las comunicaciones es un incomprendido por los ejecutivos de las grandes corporaciones y sus proyectos sobre RSE son rechazados una y otra vez logra que Hancok sea admirado por toda la población y la policía lo considere una ayuda necesaria.
Definitivamente un guiño de Holywood para una profesión cada vez más necesaria, hasta para quienes creen que todo lo pueden.
El Filme no es de los mejores pero es llevadero. La trama, sintéticamente, trata sobre un superheroe poco convencional. Hay héroes... hay superhéroes... y también está Hancock -dice el slogan-. Un gran poder implica una gran responsabilidad, todo mundo lo sabe, es decir, todo mundo menos Hancock. Contrariado, sarcástico, problemático e incomprendido, puede que su heroísmo bien intencionado cumpla con las expectativas e incluso salve unas cuantas vidas, pero el daño que deja como secuela no hace sino dejar a la gente boquiabierta (una critica a las mejores intensiones de las empresas). Pero a Hancock no le importa lo que la gente pueda pensar, hasta que un buen día salva la vida de un ejecutivo de relaciones públicas, y así el impopular superhéroe comienza a caer en la cuenta de que, después de todo, él también puede ser una persona sumamente vulnerable.
La película, sin contar con los efectos espectaculares y las escenas de violencia, deja en claro cómo una buena acción de comunicación puede rehacer una imagen deteriorada de un superheroe odiado por la población de los Ángeles. A pesar que éste profesional de las comunicaciones es un incomprendido por los ejecutivos de las grandes corporaciones y sus proyectos sobre RSE son rechazados una y otra vez logra que Hancok sea admirado por toda la población y la policía lo considere una ayuda necesaria.
Definitivamente un guiño de Holywood para una profesión cada vez más necesaria, hasta para quienes creen que todo lo pueden.
Etiquetas: relaciones públicas
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